En 1983, el psicólogo estadounidense Howard Gardner publica "Frames of Mind - Teoría de las Inteligencias Múltiples": un libro que permitió cambiar radicalmente la comprensión de la inteligencia humana. Dicha teoría, que es aplicada actualmente en miles de escuelas alrededor del mundo, deja a un lado la vieja noción de "inteligencia general" o "inteligencia única" y la reemplaza por otra que postula la existencia de un conjunto de inteligencias diferenciadas (múltiples) que se hayan presentes en distintos grados o niveles en cada persona, constituyéndose así en su perfil cognitivo. En dicha publicación, Gardner establece siete inteligencias (lingüística, lógica-matemática, musical, espacial, cinético-corporal, interpersonal e intrapersonal). Luego, el propio Gardner añadiría al conjunto una octava: la "inteligencia naturalista". Cabe precisar que Gardner no establece ningún orden ni dependencia entre dichas inteligencias. Posteriormente, el mismo Gardner sugiere la adición al grupo de una novena inteligencia: la "existencialista". A criterio del autor del presente artículo, en dicho conjunto le falta una décima: la "inteligencia ética". Esta sería similar a la "naturalista", previa redefinición de esta última. Y es que, si bien es cierto, la "inteligencia naturalista" ha sido definida como "La capacidad de percibir las relaciones entre las especies y grupos de objetos y personas, reconociendo las posibles diferencias o semejanzas entre ellos.", el autor del presente artículo considera que, por su evidente relación con los procesos de "supervivencia del más apto" de Spencer y la "selección natural" de Darwin, resulta obvio que la inteligencia citada es mucho más que la sola capacidad antes señalada, e incluye adicionalmente a todas las demás capacidades que contribuyen a que el ser humano pueda adaptarse al medio natural y a sus respectivas leyes. Siendo necesidad del hombre su adaptación tanto al medio natural como al social, surge, a mi juicio, la obviedad de una décima inteligencia a considerar: la "Inteligencia ética". Así, es esta última la que le permitirá al hombre adaptarse al medio social y a sus leyes "no naturales" (artificiales) creadas por él mismo. Como comentara líneas arriba, Gardner no establece ningún orden ni dependencia entre las distintas inteligencias múltiples, no obstante, considero que existe un ordenamiento y relación de dependencia entre ellas. Ese orden es el siguiente: 1. Corporal Kinestésica; 2. Verbal-Lingüística; 3. Musical; 4. Lógico-Matemática; 5. Espacial; 6. Naturalista; 7. Ética; 8. Intrapersonal; 9. Interpersonal; y, 10. Existencialista o Transpersonal.

En dicho ordenamiento, las de mayor número son dependientes de las de menor número. Por citar un ejemplo: para poder desarrollar la empatía al prójimo, capacidad obtenida a través del desarrollo de la inteligencia interpersonal, se requiere de la autoempatía obtenida a través del desarrollo de la intrapersonal. La explicación de lo anterior es simple, y puede ser entendida fácilmente a través de una sencilla observación: si no hemos experimentado el dolor y sus implicancias en nosotros mismos es imposible que podamos entenderlo, en su real dimensión, en quienes nos rodean, y ser suficientemente empáticos con estos. Considero que el orden antes señalado guarda estricta relación con el de los distintos tipos de necesidades humanas que, según mi criterio, son: 1. Básicas o fisiológicas; 2. De seguridad; 3. Autoemocionales; 4. Socioemocionales; y, 5. De Autorrealización.

Como podrá apreciarse de dicho ordenamiento, el primero, el segundo y el quinto tipo son los establecidos por Maslow en la Jerarquía de Necesidades de su "Teoría sobre la Motivación Humana", y solo difiero en dos de ellos. Para obtener esos dos he dividido el cuarto tipo de Maslow ("Necesidades de Reconocimiento") en: "Necesidades de Autorreconocimiento" y "Necesidades de Reconocimiento Social". Luego, para obtener las necesidades de cuarto orden, he juntado al tercero de su jerarquía ("Necesidades de Afiliación") con las "Necesidades de Reconocimiento Social", llamando a dicha unión "Necesidades Socioemocionales"; mientras que a las "Necesidades de Autorreconocimiento" las he considerado dentro de un tercer orden que contiene a las necesidades relacionadas con la autoestima o el amor propio, a las cuales he denominado "Necesidades Autoemocionales". Cabe precisar que, a diferencia de la forma gráfica en la cual es representada comúnmente la jerarquía de necesidades propuesta por Maslow, conocida como "Pirámide de Maslow" (que inicia en el nivel inferior y concluye en el superior), la forma gráfica que propongo, para los cinco tipos de necesidades del "Modelo Wu Xing Empresarial" base de la "Teoría del Todo Psicológico", es un círculo, debido a la naturaleza continua del "Ciclo de Necesidades" que propone dicha teoría. 

Finalmente, según la teoría precedentemente citada, las inteligencias múltiples son las herramientas con las que contamos los seres humanos para poder satisfacer nuestros distintos tipos de necesidades. Así, las primeras cinco inteligencias (corporal-kinestésica, verbal-lingüística, musical, lógico-matemática y espacial), son las herramientas destinadas a la satisfacción de las necesidades básicas o fisiológicas; las dos siguientes (naturalista y ética), las destinadas a la satisfacción de las necesidades de seguridad; la intrapersonal, la destinada a la satisfacción de las necesidades autoemocionales; la interpersonal, la destinada a la satisfacción de las socioemocionales; y, finalmente, la existencialista o transpersonal, la destinada a la satisfacción de las necesidades de autorrealización. Por lo tanto, del desarrollo o involución de cada una de las inteligencias antes citadas dependerá el nivel de satisfacción o insatisfacción de las distintas necesidades y, en consecuencia, los estados de gozo o sufrimiento del ser humano que se deriven de ello, siendo, para cada uno de los cinco tipos de necesidades, los siguientes: 1. Dolor o placer (básicas o fisiológicas); 2. Intranquilidad-preocupación o tranquilidad-paz (de seguridad); 3. Tristeza o alegría (autoemocionales); 4. Desamor o amor (socioemocionales); y, 5. Infelicidad o felicidad (de autorrealización). En virtud de lo anterior, podemos concluir que las diez inteligencias múltiples constituyen, para el ser humano, una "caja de herramientas" que debe aprovechar este para avanzar en la satisfacción de sus distintos tipos de necesidades y, consecuentemente, en su camino hacia la utopía de la felicidad plena.

En el año 2012, John Ioannidis, un médico-científico grecoestadounidense, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Standford, publicó el paper “Why Science Is Not Necessarily Self-Correcting”, en el cual señala que hasta el 95% (si no más) de los hallazgos significativos en algunas áreas de la literatura psicológica podrían ser falacias sin rebatir. Ello no debería llamarnos la atención, ya que, como es de público conocimiento, en las últimas décadas muchos profesionales de la mente humana han venido mutuamente descalificándose entre sí y tildándose de pseudocientíficos. Dicha descalificación incluye al mismo padre de la psicología tradicional (antes “moderna”), Sigmund Freud, por, supuestamente, “no haber sido riguroso en la elaboración de su teoría psicoanalítica”, siendo uno de sus mayores y más célebres detractores el expresidente de la Asociación de Psicólogos Americanos (APA) y principal fundador de la “Psicología Positiva” (PsP), Martin Seligman, para quien el proceso psicoanalítico descrito por Freud no tiene ninguna base científica, pese a que no niega la eficacia del psicoanálisis en el tratamiento de la infelicidad.


En reciprocidad, algunos de los psicoanalistas actuales, que aún quedan en buen número en todas partes del mundo, y no solo en Argentina y Francia, como afirman muchos de sus detractores, niegan lo dicho, y califican de pseudociencia a sus propuestas terapéuticas de PsP por considerar que no dan luces respecto de los procesos internos de la mente por limitarse tan solo a mostrar cifras y estadísticas obtenidas como resultado de ciertos análisis de Big Data (grandes volúmenes de datos) como medios de validación de sus terapias desplegadas por todo el mundo y dirigidas a lo que Seligman llama la “construcción de la felicidad”.

Así, podemos ver que existen, por lo menos, dos posturas claramente diferenciadas: una primera, a la que le interesa conocer principalmente los procesos internos de la mente humana, es decir, el fundamento de los resultados que se obtienen de sus procesos internos; y, una segunda, que ve a la mente como una “caja negra”, es decir, como algo a estudiar desde el punto de vista de las entradas que recibe y las salidas que produce, interesándole principalmente los resultados, más allá del entendimiento de los procesos internos que los generan. Ioannidis, en defensa de la primera postura, sostiene: “La ciencia trata de acercarse a la verdad lo más posible y no de obtener resultados espectaculares pero erróneos”. En tal sentido, este pide que se le dé, a la búsqueda de la verdad, la máxima prioridad. Por el contrario, y en defensa de la segunda postura, hay quienes piensan que “nuestro organismo está hecho de una manera en la que saber objetivamente cómo son los procesos psicobiológicos que operan en su trastienda es mucho menos prioritario que sobrevivir sin distraerse demasiado”.

Desde mi perspectiva, las intenciones de ambas posturas son merecedoras de la mayor de las atenciones, por lo que debe procurarse siempre buscar un balance que permita, por un lado, lograr importantes avances en el camino hacia la verdad respecto de los procesos internos de la mente, y, por otro, avanzar significativamente en la atención de las personas que requieren de una urgente mejora en sus estados de salud mental. No obstante, debo confesar que, como ingeniero experto en procesos, me inclino por la primera de las posturas antes señaladas, pues considero que lo segundo se encuentra, en gran medida, condicionado por lo primero, ya que “solo puede mejorarse aquello que se conoce lo suficiente”.

Asimismo, considero que, por ser cada individuo un fin en sí mismo y no solo parte de una estadística, y dada la complejidad de la mente humana, cualquier mejora que se aduzca en las condiciones de salud mental antes señaladas, que no se base en dicho conocimiento, carecerá del sustento requerido para su validación. En tal sentido, a mi juicio, no es correcto evaluar la eficacia de una determinada terapia solo en base a resultados estadísticos. Otro aspecto a tener en cuenta es que, si bien en los últimos años es una tendencia el separar la psicología en dos vertientes, una vieja y tradicional, que supuestamente se ocupa exclusivamente de combatir el sufrimiento, y otra nueva o positiva, que se declara la abanderada de la construcción de la felicidad, considero que tanto el sufrimiento como el goce son solo dos posibles manifestaciones de una misma realidad psicológica que es fruto de unos procesos que funcionan de manera integrada al interior de un único sistema llamado “mente”, por lo que no es correcta la citada separación.




Es así que, en la búsqueda del sustento e integración necesarios, y con el fin de proponer un modelo que describa con simpleza la estructura y funcionamiento de dicho sistema integrado, y permitir así su fácil comprensión, me aboqué hace unos años a investigar los procesos internos de la mente, habiendo publicado en el año 2017 (primera edición), como resultado de dicha investigación, el libro “El Wu Xing y el Secreto del Éxito Empresarial Chino”, en cuya segunda edición (2019) propongo la “Teoría Pentacular de la Personalidad”, que, en unos videos publicados en el año 2020 en la plataforma de videos de “You Tube” (véase https://www.youtube.com/@canaldelaiasbd8444/), renombré como “Psicología del Todo” (PsT), “Teoría del Todo Psicológico” o “Teoría Psicológica del Todo”. Dicha propuesta recoge ciertos aspectos de las teorías “Psicoanalítica” de Freud, “Educativa Funcional” de Claparède, “Analítica Transaccional” de Berne, “De las Inteligencias Múltiples” de Gardner, “Del Bienestar” de Seligman, “Transpersonal” y “De la Motivación Humana” de Maslow, entre otras, y las integra en virtud de una visión holista de los procesos mentales.

Para entender mejor lo anterior, a continuación se muestra un botón que lleva al atículo completo en el cual se desarrolla dicha teoría unificadora.

Hace más de una década inicié mi investigación sobre los procesos internos de la mente. Lo hice como parte de mi trabajo de investigación para optar el título de "Máster in Public Administration" de una universidad italiana. Mi idea era identificar los posibles rasgos de un perfil psicológico común compartido por las personas que emprenden un negocio con éxito, que permita, a quienes deciden incursionar en el mundo de los negocios, replicar en ellos dichos rasgos y obtener así resultados empresariales similares. Ello me sirvió para elaborar y proponer un modelo (el “Modelo Wu Xing Empresarial" o “Modelo WXE”), que publiqué en el año 2017, y, luego, en base a él, una teoría sobre la personalidad, cuya publicación se dio dos años después, a la que denominé "Teoría Pentacular de la Personalidad", y a la cual en los años 2020 y 2021, previa extensión de sus alcances, renombré como "Teoría del Equilibrio Psicológico", "Teoría Psicológica del Todo" o "Teoría del Todo Psicológico".

Dicha teoría tiene como principal objetivo describir con simpleza la estructura y funcionamiento de la mente humana, con el fin de permitir su fácil comprensión. Dicho contenido teórico lo elaboré movido por el entendimiento de que “la mente humana” es el sistema integrado de información más complejo y enigmático que el ser humano “conoce”. Las comillas anteriores son para destacar lo poco que sabemos respecto al mismo, pese a los importantes avances de las ciencias de la mente y, en especial, de la neurociencia, en el descubrimiento del “secreto de la vida mental” al cual se refirió Ramón y Cajal en la segunda década del siglo XX. Por lo tanto, no debería sorprender a nadie que alguien como yo, un ingeniero industrial experto en procesos y sistemas, pese a no ser un profesional de la salud mental, se haya interesado en intentar contribuir a su develamiento.

Hoy, después de casi una década de investigación sobre el particular, habiendo diseñado una metodología en base al citado modelo, a la cual he denominado "Be Happy", he registrado recientemente ante la Dirección de Derechos de Autor del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) la herramienta metodológica del mismo nombre, el Juego de Mesa "be happy", con el fin de contribuir, a través de su práctica, a la prevención de los problemas de salud mental, que según la OMS serán la principal causa de discapacidad en el mundo en el 2030, así como a la elevación de los niveles de goce y bienestar de la humanidad. El objetivo del juego de mesa es permitirle, a quien lo practica, desarrollar su ser a partir del entendimiento de la estructura y funcionamiento de su propia mente.

Con tales fines, el juego consta de los siguientes materiales: un tablero de juego, una “Credencial de Coach”, doscientos billetes de goce, doce fichas de dorado metálico (animales del horóscopo chino), una caja de tarjetas de ejercicios del juego “be happy” (versión Familiar 1.0), una “Regla Sensorial”, un “Instructivo del Juego”, un “Manual del Coach” y un “dado de sucesos” (de 8 lados numéricos).

El juego ha sido diseñado para que participen de 2 a 6 jugadores o equipos. El tablero mostrado en la figura precedente consta de cinco “Paradas” o “Estaciones” (Sueños y Deseos; Paciencia y Cautela; Orgullo; Pasión; y, Proactividad), cinco caminos virtuosos o “caminos de goce” (del Placer, de la Paz, de la Alegría, del Amor, y de la Felicidad), cinco caminos viciosos o “caminos de sufrimiento” (del Displacer, de la Intranquilidad, del Desánimo, del Desamor, y de la Infelicidad), cuarenta “casillas de habilidad” (ocho, por cada camino de goce), y cinco áreas de “tarjetas de ejercicios”.

Así, el juego pretende servir al desarrollo de las cinco virtudes y al control de los cinco vicios que comprende el juego, a través de las pruebas (ejercicios y preguntas) que este propone para el desarrollo de las habilidades que guardan relación con dichas capacidades. Así, el juego pretende apoyar:

• el desarrollo de la virtud “RAZÓN” y el control del vicio “FRUSTRACIÓN”, mediante el recorrido del “Camino del Placer” (y sus ocho habilidades) y la evitación del “Camino del Displacer”, gracias al aprovechamiento de nuestras inteligencias múltiples corporal-kinestésica, verbal-lingüística, musical, lógico-matemática, y espacial;

• el desarrollo de la virtud “PRUDENCIA” y el control del vicio “DESCONFIANZA Y APATÍA SOCIAL”, mediante el recorrido del “Camino de la Paz” (y sus ocho habilidades) y la evitación del “Camino de la Intranquilidad”, gracias al aprovechamiento de nuestras inteligencias múltiples naturalista y ética;

• el desarrollo de la virtud “ESPERANZA” y el control del vicio “CONFORMISMO”, mediante el recorrido del “Camino de la Alegría” (y sus ocho habilidades) y la evitación del “Camino del Desánimo”, gracias al aprovechamiento de nuestra inteligencia intrapersonal;

• el desarrollo de la virtud “ENTUSIASMO SOCIAL” y el control del vicio “OBNUBILACIÓN”, mediante el recorrido del “Camino del Amor” (y sus ocho habilidades) y la evitación del “Camino del Desamor”, gracias al aprovechamiento de nuestra inteligencia múltiple interpersonal; y,

• el desarrollo de la virtud “AFÁN DE SUPERACIÓN” y el control del vicio “DESCUIDO”, mediante el recorrido del “Camino de la Felicidad” (y sus ocho habilidades) y la evitación del “Camino de la Infelicidad”, gracias al aprovechamiento de nuestra inteligencia transpersonal o existencialista.

Este juego toma, además, como base, los avances científicos en el campo de la psicología, y, en especial, de la “Psicología de la Felicidad” y pretende enseñar a las personas, a través de su práctica, a avanzar en el camino hacia la utopía de la felicidad plena. La difusión y promoción del juego se realiza a través de la plataforma de capacitación de “International Association for Sustainable Business Development” (IASBD):

IASBD Unlimited!
(véase http://www.iasbd.org/iasbdu/)