Toda iniciativa importante debe ser persistente. Si alguien que emprende no tiene la autodeterminación y la valentía necesaria para enfrentar los problemas que se le vayan presentando en el camino, lo casi seguro es que no logre el éxito en sus emprendimientos. Un emprendedor exitoso es aquel que entiende que cada paso que dé debe darlo con férrea decisión, tenacidad y de manera resiliente, es decir, sin dejarse vencer por la frustración, y adaptándose a las nuevas circunstancias que se le presenten. Es alguien que no teme a las dificultades, pues es consciente que, la mejor manera de entenderlas, es sufriéndolas. Esa valoración enriquece la propia experiencia. Y es que, son las adversidades las que construyen resiliencia, y sientan las bases para la empatía emocional. En tal sentido, la resiliencia es el único camino viable para que el emprendedor, ante la adversidad, decida continuar y logre el éxito, en el camino hacia su felicidad y la de quienes lo rodean.